Todo el mundo habla de Coaching… ¿Qué es?
De manera rápida y sencilla podríamos decir que es como subirte a un vehículo con chófer para llegar a un lugar. Una vez dentro, el conductor nos pregunta dónde queremos ir, a lo que tendremos que responder con claridad y precisión, si no, el conductor nos preguntará para concretar el destino.
Ya con el motor encendido y dispuesto a arrancar, preguntará de nuevo para saber cuál es el itinerario que vamos a recorrer, consciente de que hay varios caminos, se asegurará de que vayamos proponiendo varias alternativas y que escojamos aquella que se ajuste a nuestras necesidades. En todo momento respetará tus decisiones y opiniones, te escuchará de manera activa, sin juzgarte ni cuestionarte. Sabe dónde estás y te irá haciendo preguntas para poner foco en tu mente y desbloquear los pensamientos que te impiden avanzar. Sus preguntas te ayudarán a abrir la visión y a ser más creativo, a descubrir y rescatar aquellos recursos necesarios para el viaje.
Durante la marcha, se asegurará de que el destino escogido cuadra con nuestra manera de pensar, con nuestros valores, con nosotros mismos, ayudándonos a clarificar y modificar el trayecto o incluso el destino si es necesario…sabe que lo más importante es el bienestar de su cliente, y ¿cómo acompañarle a un lugar que le va a incomodar?
El viajero es el verdadero protagonista
Tú serás el experto, expondrás las dudas y a la vez las estrategias a seguir, el chófer sabe que nadie mejor que tú para planificar tu viaje, serás el guionista y protagonista de tu viaje. Él tan sólo te acompañará aportando motivación, escucha y animándote a encontrar tus propias soluciones a los retos del camino, a salir de la zona calentita de confort y promover cambios, y a examinar esas creencias que te limiten e impidan avanzar. Será un compañero humilde, con sus oídos bien abiertos y un confidente mudo, ante todo, su cliente es lo primero.